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Jun
09

Pescador pescado

 “Pez teleósteo marino del suborden de los Acantopterigios, que llega a un metro de longitud, con cabeza enorme, redonda, aplastada y con tres apéndices superiores largos y movibles, boca grandísima, colocada, así como los ojos, en la parte superior de la cabeza, cuerpo pequeño y fusiforme, aletas pectorales muy grandes, y pequeñas las del dorso y cola. Carece de escamas, es de color oscuro por el lomo y blanco por el vientre, y tiene por todo el borde del cuerpo como unas barbillas carnosas”  Diccionario de la lengua española.
 
 

De la lectura de esta definición se deduce que hablamos de un animal extraño, difícil de describir, más cerca del cuento, o la leyenda, que de lo real. El pez en cuestión es el rape blanco  (lophius piscatorus). Mi interés por este lophiirforme no es gratuito; mi inclinación hacia él nace del hecho de que este fin de semana tuve la suerte, que no la pericia, de engañar a uno de estos animales.

Dentro de este orden hay más de 265 peces, todos a la altura de la descripción en cuanto a físico. La mayoría son abisales, pero hay familias, como la lophida, que se pueden encontrar a tan solo 20 m de profundidad. Yo me tope con mi amigo a tan solo 15 m.

Además de ser tan “guapos”, los representantes de este orden presentan un extremo dimorfismo sexual;  es decir, que existen diferencias notorias entre ambos sexos, siendo la más llamativa la diferencia de tamaño entre los machos y las hembras, ya que estas últimas son bastante más grandes.

 Como curiosidad, y muy acorde con su aspecto, hay especies dentro de este orden en los que el macho entra en una relación parasitaria con  la hembra, llegando incluso a enquistarse en esta, viviendo en todo momento del riego sanguíneo de su anfitrión. La hembra puede llegar a portar varios machos enquistados, presentando una serie de bultos en su lomo (Ya no como mas rape).

 El común denominador de estos peces es su característico método de caza. Estos emplean un apéndice situado en su cabeza a modo de señuelo. Cuando un pez es atraído por el movimiento de este, el rape solo tiene que abrir su enorme boca para prender a su presa. A esta curiosa forma de caza, se suma el que nuestro amigo tiene una gran capacidad mimética, lo que le permite confundirse con el fondo.

Su boca, además de por su tamaño, se caracteriza por poseer una fuerte dentición, dirigida hacia dentro de la cavidad bucal.  El rape puede llegar a “engullir” peces de su tamaño.

Entrando en materia, el rape blanco o lophius piscatorus se engloba dentro del genero lophius. Este comparte este placer con el rape negro o lophius budegassa. La diferencia entre ambos estriba en la coloración de la membrana que envuelve su intestino, blanco en la una, y negro en la otra.

 Este se encuentra en fondos de fango, arena, fondos de roca recubiertos de algas, y en zonas de roca-arena  (ICTIMED). Precidamente en una zona de arenales jaspeados de roca fue donde me tope con el.

 El sábado por la mañana, bajo el sopor lógico derivado de levarme a las 4:00 de la mañana, estaba haciendo jigging en una marquita que ya nos ha dado más de una alegría. Este estado de somnolencia se veía roto de vez en cuando por el “robo” de algún pez ballesta, atraído  supongo por el vinilo que llevaba prendido en el assist.  Mi amigo Jose Luis estaba enzarzado en su vendetta para con estos molestos animalitos, ya que en nuestra últimas salidas habían terminado dando buena cuenta de nuestro cebo. Lo cierto es que se han convertido en una autentica plaga.

Pez ballesta (Balistes Carolinensis). Jigging Pez ballesta (Balistes Carolinensis). Jigging

 En uno de mis lances, la vara de mi caña se arqueo haciéndome salir de la duermevela en la que estaba sumido.  Tras unos minutos de lucha, bajo nuestros cascos de dibujo una mancha oscura e informe. Mi cerebro tardo unos segundos en ponerle nombre; se trataba de un ejemplar de rape blanco, entradito en kilos, prendido por la aleta dorsal y la cola. Mi intención era soltarlo, así que intenté cogerlo de la cola para desanzuelarlo, pero la carencia de escamas y el exceso de mucosa, hacían al animal muy resbaladizo.  Mientras tanto,  Jose Luis blandía el bichero blasfemando. Dado que la “suelta” se estaba complicando, mire a mí amigo, y le pregunte que si él lo quería (pregunta retorica, claro).  A los pocos segundos, ya estábamos tomando fotos.

Rape blanco (Lophius piscatorius). 6.00 Kg. 13 de Junio de 09 Rape blanco (Lophius piscatorius)
Rape blanco (Lophius Piscatorus) Rape blanco (Lophius Piscatorus)

 En esta ocasión,  no puedo decir que el animalito sea bonito; lo cierto es que me parece feo y resbaladizo, pero no deja de ser una captura singular, que amplía el abanico de especies que podemos tentar con nuestros jigs, si es que llegue a tentarlo, claro!. 

 

P1000530

Rape enlangostado, ummm

 
 

3 Respuestas to “Pescador pescado”


  1. 1 Pepín Sparrow
    junio 18, 2009 a las 11:36 am

    ¡¡¡Enorabuena por tan fea captura compañero!!!

    Eso si que está rico de comer. Me alegro un montón de que tu tenacidad y perseverancia con la pesca esté dando sus frutos, además de que tienes un gran maestro junto a ti.

    De nuevo enorabuena y un abrazo.

    Pepín

  2. junio 18, 2009 a las 12:24 pm

    Fenomenal artículo en el que todos aprendemos, no sólo de la pesca en sí, sino de la fauna que atesora nuestro Mediterráneo.
    Enhorabuena a los dos, por las capturas y por vuestra tenacidad y paciencia.

    Un saludo
    Arturo «Caballa»

  3. junio 20, 2009 a las 2:51 pm

    Excelente Inuit, con artículos como este no solo se disfruta, sino que aprendemos cosas nuevas de lo que bajo nuestros cascos ocurre. Me alegro que estés disfrutando de buenas capturas.
    Enhorabuena.
    Un saludo.


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